Hemos seleccionado catorce preguntas de todo lo que nos han hecho llegar al correo electrónico de LEGADOCOSMICO.com y a la cuenta oficial de Facebook. He aquí las respuestas de Ricardo González.
1. En tus entrevistas refieres que el avistamiento ovni que te introdujo en el contactismo te sucedió en Perú en 1988. ¿Antes de ello no viviste otras experiencias? (Ernesto Durand).
Ciertamente ese incidente ovni que viví en Lima en 1988, siendo yo un adolescente de catorce años, fue muy importante, porque marcó el inicio de una búsqueda consciente de “ellos”. De entender. De encontrar. Aunque señalo ese avistamiento como el inicio de todo –por su claridad y contundencia–, el acercamiento se había iniciado antes…
En mi libro “Al interior de una nave extraterrestre” (Buenos Aires, 2012), en el Capítulo “Ellos están desde la niñez”, escribí:
Cuando era muy pequeño, quizá entre cinco y siete años, mis padres me llevaban a un bello club campestre llamado “El Bosque”, ubicado en Chosica, al pie de la cordillera. Su aire puro y los amplios espacios verdes eran un remanso para descansar del cemento y el bullicio de la ciudad de Lima. En ese lugar recuerdo mis primeros avistamientos. Siendo un niño, pensaba que esas luces que recorrían en silencio el cielo en “zig-zags” eran una suerte de estrellas “caminantes”. Hoy sé que por los movimientos que esgrimían no eran satélites ni nada conocido.
Es curioso que en esa etapa de mi vida empecé a tener sueños muy lúcidos con “naves de origen extraterrestre”. No recuerdo haber asociado las luces que veía en Chosica con los sueños. Sencillamente eran escenas que creía sacadas de mi imaginación. Escenas en las que me veía salir en pijama hacia el pequeño jardín de la casa, en donde hallaba flotando una especie de cápsula metálica a la cual ingresaba para encontrarme con un “amigo”: un niño igual que yo, pero calvo, de cabeza bastante más grande, sin párpados, con unos ojos inmensos y bondadosos. Yo le mostraba unas revistas que me había comprado mi padre en el mercado chino de Lima, en donde se veían objetos futuristas al estilo de las “Guerras de las Galaxias”, y le preguntaba si estaba abordo de uno de esos vehículos. No recuerdo mayor diálogo. El “niño extraterrestre” sólo se limitaba a sonreírme y me sentía fabuloso con su compañía. Mi madre me comentaba que de niño tenía muchos sueños, intensos y muy vívidos, que solía comentar en el desayuno. Algunos de ellos los recuerdo hasta el día de hoy. Más de una vez, por ejemplo, me “despertaba” en el living de la casa sorprendido por cómo había aparecido allí. Y al volver nervioso a mi habitación, me daba con la sorpresa de que mi cuerpo seguía descansando en la cama…
Arriba: en brazos de mi padre, en el citado club campestre de Chosica ("El Bosque", 1976).
A lo largo de 1988 se produjeron distintas oleadas de observaciones ovni. Los primeros reportes casi siempre surgían en la Cordillera Blanca, en Áncash. Recorte del diario "Expreso".
2. ¿Por qué la mayoría de los avistamientos son solo “luces” y no objetos claros? (Camila Montalve).
El 90% de los avistamientos son “distantes” porque es parte del cuidadoso protocolo de acercamiento. Solo en contadas ocasiones esos objetos son vistos o captados con claridad. De acuerdo a los propios extraterrestres, sus aproximaciones se clasifican en cinco niveles, que parte desde la aparición lejana de un objeto estático, sin movimiento, a escalas más complejas en donde se puede distinguir la forma del aparato y hasta interactuar concientemente con su energía. Habitualmente los niveles de mayor aproximación se dan con grupos pequeños o testigos solitarios, como ya dije, siguiendo el citado protocolo de acercamiento que procura inquietar lo menos posible a un observador humano.
3. Hola Ricardo, siempre me he preguntado qué sabes de ellos como civilización. Qué tan parecida es a la nuestra; por ejemplo, si llevan estudios, tienen profesiones, son artistas, practican deportes, cosas así. Al menos los apunianos que sabes más de ellos. Gracias. (Matías Durán).
Sabemos muy poco y nada…
Pero puedo decir que estos seres y su sistema de civilización es muy diferente a nosotros. Obviamente no me los imagino utilizando algo semejante al dinero o siguiendo dogmas religiosos como ocurre en la Tierra, aunque sí tenemos sorprendentes referencias a ciertas civilizaciones que tuvieron –o tienen– conflictos entre ellas, conjuras y guerras que no las distancia mucho del comportamiento humano –pienso que somos nosotros los que nos parecemos a todo ello, y por alguna razón–. En el caso de los “apunianos” enfrentamos un escenario más complejo porque, como ya vimos, es una civilización extraterrestre con una marcada influencia de los astronautas humanos que viajaron hacia Alfa Centauri. Considero que esa “influencia” debe estar más marcada en las “emociones”…
4. Qué nos puedes decir sobre el efecto “crash” en los niños que viajarán a Alfa Centauri. (Ricardo Gatica).
Ese “efecto” es el que mencionó Ivika en el contacto del 12 de abril de 2015: los astronautas humanos “perdieron” parte de la memoria al llegar a Alfa Centauri. Posteriormente a esta revelación de Ivika se han sucedido varias publicaciones científicas avisando que un viaje humano al espacio exterior podría tener esas consecuencias por la exposición a radiaciones cósmicas. El año pasado la NASA entregó doce millones de dólares de fondo a los científicos Stephen Fiore y Shaw Burke de la Universidad Central de Florida para investigar los efectos de largas misiones espaciales en la memoria de los astronautas. En otras palabras, el proyecto de “El Arca” ya ha empezado.
5. A mí me gustaría saber más en profundidad sobre el “Hipercubo”, su función, cómo se aplica en meditación, sus propiedades y finalidad. (Loreto Pérez).
El Hipercubo, el “Mérkaba” de los apunianos, es una herramienta para viajar mentalmente en el tiempo y acelerar nuestra capacidad de co-creación. Esta técnica fue entregada en el ya mencionado contacto del 12 de abril de 2015.
En este artículo resumimos esta información:
http://www.legadocosmico.com/articulo.php?page=cronicas-de-apu-parte-ii
6. Tenía entendido que estos encuentros con los apunianos empezaron con el Grupo Rama de Perú en 1974 (Jorge Vega).
No fue así. Creo que lo he explicado y argumentado en mis recientes libros: el contacto con los “apunianos” se inició en los años cincuenta con campesinos y pastores de los Andes de Áncash, en Perú. Luego, en 1960 el yugoslavo Vlado Kapetanovic tendrá un contacto con esos seres en la Central Hidroeléctrica de Huallanca, compartiendo posteriormente sus experiencias a los medios de comunicación a raíz del terremoto y aluvión que sepultó Yungay (1970), tragedia que los apunianos le habrían advertido. Hay varias notas de prensa anteriores a 1974 en donde se habla de los contactos con los apunianos. El Grupo Rama, en medio de la difusión de esas experiencias que germinaron en Áncash, inició sus contactos, tal y como lo reconoce José Carlos Paz García (fundador y presidente del desaparecido IPRI) en su libro “Y conocimos gente de otros mundos”. Además, la familia Acervo sostiene haber tenido contacto con los apunianos en la localidad de Chilca en 1972.
Arriba, nota del diario "Expreso" de 1973, compartiendo la experiencia de Kapetanovic con los "apunianos".
7. ¿Por qué te arrepientes de tu paso por los grupos Rama de Perú? (Anónimo por correo eléctronico).
Admito que me sigue sorprendiendo el nivel de imaginación de la gente. Nunca he negado ni me he “arrepentido” de todo lo que viví en el Perú con los grupos de contacto, al contrario, siempre me refiero a esa época de mi vida con mucho cariño y agradecimiento, pues en el seno de esos grupos empecé a comprender las experiencias que venía afrontando con el fenómeno ovni desde muy chico. Tal vez lo que le molesta a algunos es mi postura crítica y la reflexión que he hecho de nuestros errores. Sigo pensando que el contacto y su mensaje es una cosa, y otra muy distinta el escenario que los testigos podrían montar alrededor, ya sea por ausencia de rigor en las investigaciones, por afanes protagónicos, por miedo, por ignorancia. En suma: por no atreverse a ver más allá.
8. Me gustaría saber más sobre lo que comentaste sobre tu último viaje a Marcahuasi, sobre el infiernillo, que pronto iba a ser abierto... Tengo entendido que está cerrado hace tiempo por los habitantes de San Pedro de Casta. (Martín Huber).
Estoy convencido, como en su día Pedro Astete y luego el Dr. Daniel Ruzo, que debajo de la meseta de Marcahuasi existe un mundo subterráneo. Una de las posibles “entradas”, o “respiradores”, sería el mencionado tajo del “Infiernillo”, hoy tapado con piedras por gente del pueblo. Tenemos un proyecto para explorar ese túnel. No puedo adelantar más por ahora.
9. Hola Ricardo, me gustaría saber qué relación hay entre la Hermandad Blanca y la isla Friendship de Chiloe. Saludos y gracias. (Nico Flores Sánchez).
Para empezar tendríamos que definir qué es Friendship. Cuánto hay de mito y de realidad en todas las historias que se han contado. Personalmente, separando el grano de la paja, creo que el caso Friendship es genuino, y considero de que podría tratarse de un escenario “mixto” en donde hay seres no humanos y humanos involucrados en un proyecto conjunto, similar al caso “Amicizia” en Italia. Por ende, no relaciono directamente Friendship con los misterios de la “Hermandad Blanca” intraterrestre, al menos como la entendemos nosotros.
10. Si los gobiernos tienen tecnologías de naves estrelladas, ¿se podría decir que estos personajes ya están viajando a otras partes del sistema solar de forma encubierta? (Freddy Andrés Reyes).
No tengo duda alguna de que ciertos gobiernos se hicieron de tecnología extraterrestre. He consultado la opinión de militares y ex astronautas norteamericanos que me ha dejado perplejo. Pero tengo mis reservas con los viajes humanos a los confines del Sistema Solar. De acuerdo a lo que transmitió Ivika en el contacto de Atacama (septiembre 2016), el ser humano tiene un “límite” temporal para viajar al espacio exterior, marcado por la órbita de nuestro satélite, la Luna. Esta situación cambiará si el hombre halla el “Minius”, la “partícula antes de la nada” que generará una revolución tecnológica sin precedentes y que cambiará, sin duda, las reglas de juego: el hombre dejará de ser una criatura en estado de observación y protección, y pasará al siguiente nivel en donde las puertas del universo se le abrirán de par en par. Ahora bien, lo que sostiene Ivika es que el hallazgo del Minius debe estar acompañado de conciencia para asegurar ese salto en nuestra evolución. He allí el punto. Si lo que dijo la comandante apuniana es real, hay que ver bajo la lupa los supuestos viajes humanos a Marte…
11. Mi pregunta para ti es si se han dado episodios de sanación en esas reuniones en los centros energéticos. Gracias por tu respuesta. (Sergio Lochbaum).
Sí, hay muchos casos. Cualquier centro de poder es de por sí un enclave de sanación. Sin embargo esas experiencias no ocurren siempre, antes deben armonizar una serie de condicionantes. La principal: no se debe acudir a un lugar de contacto procurando solucionar “afuera” lo que antes se debió comprender “adentro”. Un caso conocido es el de la estancia uruguaya “La Aurora”, lamentablemente rodeada de muchos mitos y de grupos de fuerte tendencia religiosa. Pero en su génesis ese lugar fue escenario real de contactos ovni y de todo tipo de fenómenos que devinieron en la sanación espontánea de muchas personas, granjeando así la fama al lugar como “centro de sanación”. El recordado Toto Tonna, quien era dueño de la estancia y el principal testigo de estos contactos -me recibió en su casa en 1999-, decía que los “extraterrestres” no curaban, sino la gente misma al ser expuesta a la energía que fluye en esa región de Salto-Paysandú.
12. Leí tu libro “Las enseñanzas de Erks”. Tenía entendido que Acoglanis era “Saruma” y que había sido entrenado en el Tíbet como médico. ¿Todo eso era un mito? (Jorge Rojas).
Reconozco que yo también así lo creí en un inicio. Se ve reflejado en mis tempranos artículos y anteriores escritos. Pero luego de urgar, contrastar y zambullirme en los complejos episodios de los contactos reportados en Los Terrones -entre 1983 y 1989 principalmente-, hallé varias contradicciones, y luego el lapidario testimonio de la propia familia Acoglanis que me ha hecho rectificar. Lamentablemente, se creó todo un mito en torno a uno de los personajes clave de la historia esotérica de Capilla del Monte. Yendo a los hechos, Ángel Cristo Acoglanis no era “Saruma”, sino que ésta era una entidad de origen no humano que el sanador argentino “canalizaba” e “integraba”, de allí la confusión. Así lo ha expresado en distintas ocasiones su mujer y compañera de camino, Beatriz Muhn, sosteniendo incluso que Saruma venía de las estrellas Pléyades.
Tampoco es verdad que Ángel nació en Grecia y que se graduó de médico en un viaje legendario al Tíbet. De acuerdo a Muhn la profesión de Ángel era osteópata. Por si esto fuera poco, Oscar Acoglanis, hijo de Ángel, escribió en su libro “Erks, mito, fantasía y realidad”, en el Capítulo XIX, titulado “En honor a la verdad”, que su padre nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, un 25 de diciembre de 1924. Oscar escribe: “Desarrolló sus estudios primarios en la escuela pública de Rosario. A los diecisiete años salió de su hogar y realizó distintos trabajos desde joven. No cursó estudios secundarios ni universitarios, aunque siempre demostró una gran capacidad intelectual más allá de lo normal en todo cuanto emprendía…”
Creo que la mejor forma de honrar el trabajo de los grandes referentes del misterio de Capilla del Monte, como lo fue el pionero Guillermo Alfredo Terrera, Fabio Zerpa, luego Ángel Acoglanis, Jorge Suárez y la difusión del incidente del cerro Pajarillo, entre tantos otros importantes contactados e investigadores, es no mintiendo sobre ellos. El mito nos aleja de la verdad. Y la única verdad es la realidad, pese a quien le pese.
13. Me gustaría tu opinión sobre lo más importante logrado con tus contactos, cual es la gran HUELLA. (Alfonso Fabregat de Vicente).
Difícil pregunta… No me puedo quedar con una sola de tan increíbles como maravillosas experiencias. Recuerdo ahora mismo, escribiendo estas líneas, lo que viví en el viaje al Altái (2014) o el reciente encuentro cercano en el desierto de Atacama (2016). Sin embargo la “huella” está “adentro”, y no en la memoria. Todas estas vivencias, pues, me han cambiado para siempre. La gran “huella” es esa poderosa sensación interior de que no estamos solos, que nos hallamos conectados a otras formas de vida en el universo y que todo lo que pensamos y hacemos repercute en los acontecimientos, en el “futuro” –así, entre comillas”–. La “huella” es un mayor compromiso con todo ello…
14.¿Cómo ha afectado estas experiencias y tus constantes viajes de difusión tu vida personal? (Andrea Pereira).
Viajo a unos dieciocho países al año, visitando unas cincuenta ciudades aproximadamente. Paso unos tres o cuatro meses al año en casa. Está claro que la mayor parte del tiempo me hallo investigando, difundiendo, compartiendo con muchísima gente todo lo relativo al contacto. Gracias a la vida tengo una compañera de “otro mundo” que camina conmigo, mi esposa Sol. No me apoya a distancia: compartimos en el día a día esta cruzada. El viajar juntos, investigar juntos, crear música juntos, llevar todo esto adelante juntos es mi cable a tierra, mi equilibrio y mi felicidad. Hemos logrado crear un inmenso grupo de amigos en distintas partes del mundo, no “seguidores”. Creo que allí está la fórmula.
Soy una persona completamente normal, con defectos y virtudes como cualquier otra. Vivo intensamente la vida porque nuestro tiempo en la Tierra es muy corto y hay mucho por hacer. Soy feliz.