Luces sobre el Atacama
Mientras el gran grupo abandonaba el campamento base en dirección al desierto abierto, mis pensamientos no podían dejar de navegar en tantos, tantísimos recuerdos. Este desierto, ya lo he dicho muchas veces, es uno de mis lugares en el mundo. Y también la base para explorar otros mundos, algo que comprenderán muy bien los lectores de Tierra II.
Iba delante de la larga fila india, que iluminaba la noche con las linternas y los teléfonos móviles que intentaban imitarlas. Unas 120 personas habían acudido a este nuevo campamento-taller en donde procuro compartir nuestras investigaciones y experiencias con el fenómeno ovni. E intentar, desde luego, algún tipo de contacto con “ellos”.
Seguimos los protocolos de contacto habituales, basados en técnicas de relajación, concentración, sonido y visualización, y todo ello anclado en nuestra “firma frecuencial”: la intención genuina y armónica de comunicarnos con el universo.
Entonces aparecieron aquellas luces en el cielo estrellado, abajo y cerca de la constelación de Orión, que lucía impactante en los diáfanos cielos del Atacama. Pero estas luces eran más potentes que el resplandor de las estrellas. Parecían rodear, a la distancia, el lugar en donde nos hallábamos. Se desplazaban silenciosamente y brillaban con fuerza por largos segundos. No parecían ser satélites, en tiempos de tanta confusión con los miles de aparatos que el ser humano ha colocado en el espacio. Pero me quise asegurar y decidí pedir una “confirmación de zona”, esto es, que alguno de estos objetos se manifieste sobre el grupo y nos haga una señal. Y sucedió: un objeto apareció en el cenit estrellado, respondiendo a nuestro puntero láser. “Aquello” emitió más de veinte pulsaciones de luz.
Eran las 22:40 horas del viernes 28 de marzo.
Intentaríamos un nuevo contacto al día siguiente.
El mensaje de Ivika
El sábado 29 discurrió entre profundas charlas (contando con una invitada de lujo, la arqueóloga chilena Ana María Barón), coloquio con el público sobre diversos temas y también prácticas de meditación y proyección remota.
El objetivo era estar más “afinados” para cuando llegara la noche. Si bien estos objetos pueden mostrarse a pleno día, el fenómeno procura no llamar mucho la atención. Debido a ello las prácticas de contacto se realizan por la noche, en lugares especiales y alejados de las grandes ciudades.
Iniciamos nuestro trabajo a 21:15 horas. Y ni bien estábamos todos reunidos a campo abierto, Sol empezó a cantar mantras en Irdin que habíamos grabado con el proyecto Mintaka. En ese momento surgió un objeto, colocado sobre nosotros, emitiendo las típicas pulsaciones de luz, como diciendo “ya estamos aquí”. Fueron tres hermosos destellos dorados.
Llevábamos a cabo una variante de la meditación del Hipercubo y, a las 22 horas, sentí con fuerza escribir en mi cuaderno de campo. Era un mensaje de Ivika.
Desierto de Atacama, 29 de marzo de 2025.
Sí, soy Ivika.
Nos hallamos observando.
Cada uno ha recibido lo que necesitaba. Lo comprenderán.
Estas reuniones seguirán siendo importantes para el intercambio con nosotros, pero también para sentir e interpretar la información entre ustedes [integrar las tareas].
Sobre tu pregunta, es correcto proceder con cautela y responsabilidad frente a los nuevos viajes de contacto e investigación. Solo organicen con quienes se hayan comunicado previamente, quienes genuinamente sintieron participar e indagaron las coordenadas señaladas. El caminante debe estar donde debe estar.
Respecto a indicaciones, relean los anteriores mensajes y profundicen lo ya transmitido en otras experiencias (Nota: sentí que con ello se refería, entre otras cosas, al mensaje compartido por Antarel en Monte Shasta, 2022); allí hallarán información importante sobre lo que viene.
Sostengan, pues, el trabajo acordado. Falta poco para cruzar el umbral que los llevará hacia una gran oportunidad. Entonces verán con mayor claridad.
Cerca,
Ivika
“Luego de la gran actividad en los cielos vendrá el silencio y la reflexión. Es la señal”.
Otras personas también recibieron mensajes. Cuando me los hagan llegar los compartiré en un segundo artículo.
Tras la recepción de las comunicaciones volvieron las luces, surgiendo en el mismo sector en donde las habíamos visto la noche anterior. El cielo estaba tan limpio y estrellado, que podíamos identificar perfectamente el deambular de aviones, satélites y hasta el iluminado paso de meteoros. Pero las luces resaltaban en medio de todo ello. Fue un espectáculo. Se movían en formación, se cruzaban, y algunas se iluminaban con una fuerza que superaba el destello de la ISS, no visible esa noche. Para dar una idea, la ISS (la estación espacial internacional), tiene un tamaño semejante a una cancha de fútbol, con sus 109 metros de ancho y 51 metros de largo. Orbita entre los 370 y 460 kilometros de altitud, pudiendo alcanzar un brillo de -5.9, es decir, superior al de la estrella más brillante del cielo: Sirio (-1.46). Algunos de los objetos de Atacama emitieron un brillo demasiado potente como para ser un satélite. Al menos un satélite conocido…
Cuando le solicité un "guiño" adicional a Ivika en medio de esta verdadera danza de luces, uno de los objetos se iluminó con fuerza, arrancando comentarios y una viva emoción en los asistentes.
Pero entendí lo que en realidad estábamos viendo. Éramos testigos de una mezcla de situaciones. Y nada es por casualidad…
Experimentos militares y vigilancia de no humanos
Ivika, en su mensaje, me hizo recordar la advertencia de Antarel en el contacto del año 2022 en Mount Shasta. Reproduciré a continuación el mensaje en cuestión:
Distinguí a Antarel, vestido con su clásico buzo metálico, un enterizo que parecía ser de color plata y no tan gris oscuro como en otras ocasiones.
“Necesitamos decirte algo”, me habló, mentalmente, el gigante de aspecto nórdico. Entonces me transmitió una serie de sensaciones, imágenes e informaciones que me cuesta “pasar a palabras”, pero haré un intento:
“Sabemos que muchos están percibiendo el conflicto de fuerzas que se apodera del mundo. Nosotros no estamos ajenos a esta situación y hemos tenido que modificar nuestros programas y acciones. Algunas cosas han cambiado, pero el objetivo final se halla incólume, y hacia él caminamos. Deben confiar y seguir adelante. Deben tener en cuenta que en medio de la polarización muchos caerán en un remolino de confusión y los tiempos son tan cortos y las decisiones tan apremiantes que no podrán detenerse mucho tiempo para intentar sacar de su cerrazón mental a quienes decidieron abandonar el camino, hundidos en sus propias sombras y miedos.”
“Esta situación planetaria ha activado a un grupo de seres que ya se encontraban aquí. Tenían esa autorización mientras no se implicaran en los asuntos del hombre. No podrían intervenir ni hacerse visibles. Son primordialmente científicos y exploradores espaciales que por diversas razones, complejas de explicar ahora mismo en la línea de tiempo que ustedes conocen, quedaron varados en la Tierra. Nunca tuvieron una postura a favor o en contra de vuestra especie. Sencillamente realizaban sus estudios bajo el acuerdo de no interferencia. Los conocemos como los “neutros”. Pero el actual contexto de desequilibrio de fuerzas en el planeta, a la par de las acciones irresponsables del hombre, ha empujado a los “neutros” a romper los acuerdos. Esto empezó, gradualmente, hace diez años. Pero este último tiempo hemos detectado una ampliación de sus acciones. Básicamente, se trata de manifestaciones prohibidas, dejándose ver con mayor frecuencia por los pilotos de guerra e incluso haciéndose presentes en los lugares en donde se congregan grupos de contacto. Esta coyuntura se suma a las interferencias ya existentes. Sean conscientes de esta situación y caminen seguros. Ustedes conocen los protocolos de contacto con nosotros. Sigan aplicando esa norma de confirmación y verificación.”
“Estamos con ustedes, permanentemente. Pero debes dar a conocer esta información. Este mensaje se entenderá...”
El 5 de enero de 2025, Ivika amplió la información en un nuevo mensaje recibido en Capilla del Monte, Argentina:
“Atendiendo sus preguntas, podemos confirmar que la actividad en los cielos de la Tierra, que tanto ha despertado la atención, no responde exclusivamente a nosotros u otros grupos de observadores. En gran medida lo que están detectando son objetos voladores (drones, satélites) de uso experimental. Como bien lo han notado, estos objetos no se encuentran en los registros aeroespaciales. No están reportados y tampoco pueden ser seguidos por sistemas de monitoreo. Este despliegue obedece a distintos intereses, desde científicos a militares. Y en medio de ello presenciarán la actuación de los neutros, que se han mostrado muy interesados en el desarrollo de la tecnología humana y su impacto en la estructura electromagnética del planeta. Podrán identificarlos por el comportamiento de sus sondas, que incluso, en determinadas ocasiones, podrían interactuar con testigos en la superficie. Deben saber que este complejo escenario está en crecimiento, exigiendo de ustedes mayor consciencia y discernimiento. En lo que respecta al contacto con nosotros, ya conocen nuestro proceder y los protocolos de contacto acordados”.
Para mí estaba claro...
Los objetos de comportamiento predecible, cuya aparición se repite cíclicamente en determinados espacios de los cielos de la Tierra, no son “ellos”. Se trata de satélites que no podemos identificar con los medios tradicionales. De hecho, consultamos en tiempo real la aparición de estos objetos en Apps en su versión full como Satellite Tracker o Find Starlink sin ningún éxito. Como fuese, a los ojos de nuestra dilatada experiencia de campo, “aquello” seguía siendo un “no identificado”.
Dicho esto, otros objetos “acompañaban” a los presuntos satélites. Y esas auténticas anomalías eran las que interactuaban con nosotros. ¿Qué nos querían decir? ¿Acaso algo les preocupa?
Este es un primer artículo de una insólita investigación en marcha. Pero adelantaré: no solo se ha lanzado la megaconstelación de satélites Starlink, cuyo tren de luces ha confundido a más de un entusiasta de los ovnis. Hay otros ingenios humanos, prototipos, que empezaron a lanzarse en 2020 durante la pandemia. Algunos son satélites de uso militar, y otros multifuncionales que tienen la capacidad de hacer profundos estudios de las variaciones energéticas de ciertos lugares de la Tierra. En este último caso, según mi “fuente”, son de órbita baja. Y esos proyectos, como el polémico Starshield de Space X, son solo la punta del iceberg que oculta las súper secretas intenciones. Y “ellos” lo saben.
Y cuando digo “ellos”, no me refiero exclusivamente al equipo de Ivika y a otros seres de la misma agenda que nos contactan…
No estamos solos. Una vez más ha quedado demostrado en el desierto de Atacama…
Una captura de los ovnis del Atacama.
Vídeo disponible en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=ZGwLmNYo-CU