El 3 de agosto de 2013, al pie de Mount Shasta en Estados Unidos, tuvimos un nuevo avistamiento programado. Lo habíamos anunciado con antelación. Las naves de los Guías extraterrestres aparecieron ante más de 50 testigos. Entre ellos se hallaba el Dr. Michael Salla, un importante investigador de la exopolítica que estuvo allí para verificar la realidad de nuestro contacto. ¿Pero, por qué todo esto? ¿Cuál es la importancia de esos avistamientos programados? ¿Sólo para verificar que hay un enlace real entre un grupo de testigos con inteligencias no humanas? ¿O hay algo más?
Los antecedentes: los avistamientos de 1999 en Perú
A lo largo de estos años las experiencias de contacto que hemos vivido han podido ser verificadas a través de testigos. Además, en muchas ocasiones, logramos registrar la aparición de las naves en vídeo y fotografías. Lo que ha resultado difícil fue obtener una evidencia directa de los tripulantes. Una de las principales razones ?que se suma al nerviosismo que impide pensar en sacar fotografías cuando uno se encuentra cara a cara con un ser extraterrestre?, es que estos seres siguen un protocolo de contacto que les impide entregar evidencias concretas de las tripulaciones. Dicen que una evidencia así, más que acallar los ataques de los detractores del fenómeno ovni que exigen pruebas concluyentes, podría poner al testigo en peligro.
No obstante, para dar credibilidad al mensaje del contacto, los extraterrestres permitieron que sus naves fueran vistas ante periodistas e investigadores, indicando previamente lugar y hora exactos en que ocurriría la experiencia. También, los seres del cosmos nos anunciaron “oleadas de observaciones”, con el objetivo de comunicarlo a la prensa para que ésta pudiese constatar, más tarde, la realidad de las apariciones.
A mí me ha tocado convocar este tipo de experiencias en más de una ocasión.
Desde mediados de octubre de 1998, los extraterrestres me advirtieron de una intensa oleada ovni que sacudiría el Perú como nunca antes. Lo más resaltante de esta oleada “programada” de avistamientos fue el testimonio de la prensa nacional: ellos se convirtieron de la noche a la mañana en cronistas clave de la presencia ovni.
Entre los mensajes psicográficos que recibí previamente a los avistamientos, cito entre ellos estos dos importantes extractos:
“1999 será el año de las evidencias, ya que los apoyaremos con manifestaciones nuestras que serán captadas por ustedes y también por medios de comunicación...” 24 noviembre, 1998, (Oxalc).
“Al igual que en 1993, 1995 y 1996, nuestras naves se verán con insistencia en el Perú, así como en diversos lugares clave del mundo. Ello para seguir sensibilizando la mente humana frente a nuestra visita. Es así que hemos previsto otorgarles evidencias de nuestra presencia para que puedan comprender la importancia de lo que están viviendo; y con ello no nos referimos al contacto en sí, sino al mensaje que se desprende del mismo...” 17 enero, 1999, (Amaru).
La “bomba” fue detonada cinco días más tarde de haber recibido ese último mensaje de los extraterrestres: el 22 de enero de 1999, periodistas y técnicos del programa Diálogo, Canal 2 de Lima, se encontraron con lo “imposible”. Alrededor de la medianoche, cuando transitaban con la furgoneta del canal de tv por la Av. San Felipe, Jaime Vidal Torres, camarógrafo profesional, se hallaría ante un objeto anómalo que nunca antes había visto: una plataforma de luces ?como describirá al aparato una y otra vez en las entrevistas? se movía en silencio en la tranquila noche limeña. De inmediato siguieron a ese objeto, logrando filmarlo en la calle Barcelona, en el distrito de Pueblo Libre ?en el vídeo se puede observar el claro movimiento pendular del objeto, avanzando y retrocediendo?, en medio de un nutrido grupo de testigos que ya había corrido la voz sobre el fenómeno.
Horas más tarde, la noticia de este ovni filmado por los periodistas del Canal 2 nos sorprendió en una salida a terreno en el desierto de Chilca ?éramos unas 130 personas?, cuando precisamente nos encontrábamos evaluando los 25 años de contacto con los Guías extraterrestres.
Al día siguiente, a las 11:10 am., el comerciante Percy Romero contemplará otro ovni, y sobre su propia casa. Pero ello ocurrió en Tumbes, en el extremo norte del Perú. Según la descripción del testigo, se trataba de un objeto de metal bruñido y forma oval. Los reportes de avistamientos en Lima y en el interior del país se incrementaban de forma alucinante.
Los principales canales de tv del país, como Canal 2, América Tv Canal 4, y Panamericana Televisión Canal 5, se involucraron en una verdadera “cacería” de ovnis, logrando filmar muchas de las apariciones que en “prime time” eran transmitidas a escala nacional. Por si esto fuera poco, la Fuerza Aérea Peruana (FAP) emitió un comunicado oficial negando su responsabilidad política y militar en cuanto a la trasgresión del espacio aéreo que estaba sufriendo Colombia por parte de “misteriosas naves no identificadas” procedentes de nuestro país... La oleada ovni había comenzado.
Arriba: imagen de la revista española Año/Cero sobre la oleda ovni de Perú en 1999. Al lado, un registro de ocurrencias oficial del aeropuerto internacional de Lima que reporta los avistamientos ovnis.
Las apariciones pronto coparon los principales noticieros de todo el Perú. Se reportaron avistamientos en Arequipa, Cusco ?donde extrañas luces dejaron sendas marcas circulares en tierra, en la zona de Chincheros?, Moquegua, Trujillo, Piura, Iquitos, entre otros departamentos.
La oleada de observaciones se prolongó hasta fines de marzo.
El día 7 de aquel mes, realizamos otra salida a terreno al desierto de Chilca, comprobando que la intensa actividad de las naves encontraba su origen en ese sector. Este detalle no nos sorprendió mucho, ya que estábamos seguros que la procedencia de los objetos avistados en Lima eran las instalaciones submarinas que poseen los extraterrestres frente a las costas de Chilca, Puerto Viejo y León Dormido. Además, el inquietante testimonio de diversos pescadores, que sostenían haber visto salir “discos luminosos” de la playa “Las Salinas” de Chilca, durante la oleada de avistamientos, reforzaba más esta información.
Dentro de los círculos ufológicos de Lima se sabe, desde los años 70, de la frecuente aparición de ovnis en el mar de Chilca. De acuerdo a mensajes recibidos en experiencias de contacto, esto se debe a la existencia de instalaciones submarinas “no-permanentes”; es decir, a naves madre que por temporadas se alojan en el fondo marino. Desde ellas surgen las pequeñas naves exploradoras, discos u otros objetos de 20 a 30 metros de diámetro, que llevan en su interior una tripulación no mayor a siete pasajeros. Los pescadores de Chilca reportaban el avistamiento de esos objetos minutos antes de que fueran vistos y filmados en la ciudad de Lima…
No éramos los únicos en hallarnos en Chilca ese 7 de marzo. En el sector de la playa ?nosotros, como dije, fuimos una vez más al desierto, en dirección al este montañoso? se encontraban miembros del IPRI, encabezados por su presidente, Don Carlos Paz García-Corrochano, un verdadero pionero de la investigación ovni en América. García fundó su Instituto en 1955, antes, incluso, de la propia aparición del Proyecto Blue Book de la Fuerza Aérea norteamericana que buscaba desentrañar la procedencia de los “no-identificados”.
Aquella noche Don Carlos sufrió un infarto, al parecer por la fuerte impresión que le causó una de las observaciones de las naves en Chilca. Así lo comentan quienes estuvieron con él en la playa, observando la evolución de esos objetos…
Como me dijo más tarde mi recordada amiga y extraordinaria investigadora, Rose Marie Paz Wells ?hija menor de Don Carlos, fallecida en Lima en 2004? : “Mi Padre murió en su Ley, investigando lo que tanto amaba, el misterio de los ovnis...”
Nuestro testimonio ante la prensa
La oleada de avistamientos fue tan clara y prolongada, que diversos medios de comunicación tocaban el tema desde todos los ángulos en emisiones especiales de tv. Así, fuimos invitados a cuanto programa se llevase a cabo, además de entrevistas en radio y notas para diarios y revistas. Pienso que nunca antes tuvimos una oportunidad tan grande para compartir nuestro testimonio en Perú y el mensaje positivo que nos habían entregado los extraterrestres.
Definitivamente, todo esto fue “planeado” por los Hermanos Mayores: al inquietar el espacio aéreo con sus naves, sabían que los medios de comunicación cubrirían la noticia, y por ende, se contactarían con nosotros para debatir las observaciones. No es aventurado afirmar que luego de esta oleada ovni en Perú, y la intensa difusión que hicimos a consecuencia de la misma ?instituciones como el Círculo de Astronomía de la Universidad de Lima, la Policía Nacional, e incluso importantes escuelas de conocimiento como la masonería, nos invitaron para dar conferencias sobre el tema?, la mentalidad del ciudadano peruano frente a una posible visita extraterrestre se fue abriendo al punto de reflejarse en las más acuciosas encuestas de sondeo, que afirmaban que más del 70% de los limeños creía en los ovnis y su relación con visitas alienígenas.
A mediados de marzo de ese inolvidable año 1999, cuando la oleada ovni que me anunciaron los Guías se hallaba terminando, invité al investigador peruano Giorgio Piacenza y al periodista de Canal 2 Hugo Cogorno, para que me acompañaran al desierto de Chilca para un nuevo avistamiento programado. El pedido había surgido del propio periodista de Canal 2 luego de mis participaciones en el programa de Mónica Chang.
Y el ovni apareció, tal cual rezaba el mensaje: a las 9:00 pm de esa fría noche del sábado 13 de marzo. Hugo Cogorno fue testigo de todo esto. Más tarde, el periodista viajaría a Inglaterra para trabajar en la BBC de Lóndres.
Argentina: el tercer avistamiento programado para periodistas
Seis años después de esas dos experiencias de avistamientos programados en Perú, llegó la ocasión para repetir el contacto en la Argentina.
La presencia de los Guías extraterrestres se dio en esta ocasión en un retiro denominado “Regreso a Casa”, no muy lejos de Capilla del Monte, localidad célebre de Córdoba por los misterios del Cerro Uritorco.
El equipo del programa “Código”, que conducía en aquel entonces el periodista Rolando Graña ?ex corresponsal de la cadena CNN?, vio y grabó la experiencia con nosotros. Era el jueves 5 de mayo de 2005.
La aventura de los periodistas recién salió a la luz en la emisión del 5 de julio, y debo decir que fue lamentable por la forma como trataron el tema. Fue en extremo amarillista, generando un debate tremendo en distintos programas de tv en Buenos Aires.
Uno de los periodistas que vino con nosotros, Hernán Di Lorenzi, se disculpó, afirmando que había renunciado a la productora (Endemol) antes de la emisión del programa. Di Lorenzi, según sus palabras, no había sido el responsable de la edición…
Empero, a pesar de todo esto, el conductor del programa, Rolando Graña ?en ese momento Director de Noticias del Canal 2 de Buenos Aires? reconoció que esas extrañas “luces” habían aparecido, en el día y la hora en que nosotros lo anunciamos. Graña también dijo en su programa que no pedimos dinero ni pusimos condiciones para llevar a los periodistas a ese enclave de contacto próximo a Capilla del Monte. En definitiva: aceptó lo que ocurrió.
Debo decir que al margen de que este tercer contacto programado había sido exitoso, la manera como se editó el programa, burlándose del tema ovni, mezclando nuestro testimonio de contacto con películas de ficción sobre “invasiones extraterrestres” y demás, me decepcionó. ¿Para qué convocar a investigadores o periodistas a nuevos encuentros? ¿Sólo para demostrar que nuestro contacto es real? ¿Vale la pena exponerse así? ¿Qué pretendían los extraterrestres al entregarnos este tipo de evidencias para los escépticos?
Entré en un cuestionamiento intenso. Y entonces decidí que no volvería a invitar a nadie ajeno a nuestra experiencia de contacto a un avistamiento concertado con los Guías.
La invitación al Dr. Michael Salla
Debo aclarar que han sido muchos los testigos de contacto que han tenido avistamientos programados con grupos importantes de personas, incluyendo en muchos casos a periodistas, como Carlos Paz Wells (con J.J. Benítez en Perú, en 1974); Sixto Paz Wells (la más célebre en 1989, ante 40 periodistas reunidos en Chilca); Luis Fernando Mostajo en Bolivia (en 1990, con periodistas de la Agencia TASS); James Gilliland en Mount Adams, Estados Unidos; o casos más antiguos como el de George Adamsky en California, Billy Meier en Suiza o Enrique Castillo Rincón en Colombia.
No obstante, para los escépticos no es suficiente la evidencia que involucra un avistamiento programado ovni que demuestra un vínculo con los testigos.
Todos los años tengo la oportunidad de verificar el contacto con los Guías extraterrestres en avistamientos concretos, fijados con día y hora previamente por psicografía. Muchas de estas experiencias están documentadas en imágenes. Pero decidí dejar fuera de estas convocatorias a los investigadores y periodistas.
Arriba: el ovni de los Atlantes de Tula (México, 2013) captado por Ricardo González luego de ser anunciado en un mensaje. Abajo, el ovni "boomerang" de Sierra de la Ventana (Argentina, 2012) fotografiado por Ricardo González durante una experiencia de contacto al lado de una docena de testigos. A la derecha, un gran ovni tubular o "cigarro", captado en el Cerro Catedral durante la oleada ovni en Bariloche que González recibió con anticipación (Argentina, 2007).
No quería exponer la seriedad del contacto como sucedió en 2005 en la Argentina. Hoy comprendo que pude haber manejado mejor toda la situación con la prensa.
Pero algo me haría cambiar mi opinión de no volver a invitar a un investigador a nuestras experiencias…
En el año 2008, a través de nuestra amiga de California Mónica Robles, me llegó una invitación para participar de un congreso ovni en Hawái, organizado por el Dr. Michael Salla, un reconocido investigador y escritor sobre la exopolítica. Sin embargo, por compromisos previamente asumidos, no pude participar. Afortunadamente mi amigo Luis Fernando Mostajo sí logró viajar, compartiendo el mensaje del contacto de forma extraordinaria en ese Congreso. Luis Fernando me habló entonces de Salla, pero yo no estaba interesado en la exopolítica.
Había participado de varios congresos y conferencias con otros investigadores de ese movimiento. Entre ellos con Albred Lambremont Webre (ex asesor del presidente norteamericano Jimmy Carter), una de las voces más influyentes de la exopolítica. Pero no terminaba de entender algunas teorías y afirmaciones de esa iniciativa por comprender cómo contactar con sociedades avanzadas de otros mundos. Y debo decir que todavía no entiendo algunas cosas.
Pero debo aceptar que el destino hizo que “tropezara” finalmente con Salla en 2012. En buena parte por culpa del ufólogo peruano Giorgio Piacenza, viejo amigo, con quien compartimos varios programas de tv en 1999 luego de la oleada ovni en Perú. De hecho, ambos fuimos invitados a una conferencia que realizó la Fuerza Aérea Peruana (FAP) para presentar una oficina de investigación de los ovnis. La oleada que nos anunciaron los extraterrestres había precipitado todo ello… En esa conferencia conocí a J.J. Benítez, quien colaboraba en ese entonces con la iniciativa de los militares peruanos.
Giorgio ha seguido investigando el fenómeno ovni. Y en medio de sus correrías por el mundo entabló amistad con Michael Salla. Así, ese caluroso diciembre de 2012 nos presentó en un hotel de Miraflores, en Lima.
Luego de la amena charla que tuvimos, Giorgio me escribió para que considerara invitar a Salla a un avistamiento programado. Me argumentaba que sería importante que él lo pudiese verificar por su influencia en la comunidad ufológica inglesa.
Desde luego, le dije que no.
Cuando hablamos de Mount Shasta y los viajes que cada año realizo a esa montaña mágica de California, Giorgio consideró que allí podría ser un buen lugar.
Y nuevamente le dije que no: en Shasta tenía programado otro tipo de evento (un taller seminario), y me resultaba inadecuado mezclarlo con un avistamiento programado con un investigador como Salla en el medio.
Arriba: El Dr. Michael Salla Phd. durante una conferencia.
El Dr. Michael Salla, como dije, es un pionero en el desarrollo de la “Exopolítica”, que es el estudio de los actores clave, las instituciones y los procesos asociados con la vida extraterrestre. Su interés en la exopolítica evolucionó a partir de su investigación de las fuentes de conflictos internacionales y su relación con una presencia extraterrestre que no ha sido reconocida al público en general, ni a funcionarios elegidos ni siquiera a oficiales militares de alto rango.
El Dr. Salla es internacionalmente reconocido como un erudito en materia de política internacional, en resolución de conflictos y en política exterior; es autor de varios libros sobre ese tema y también ha firmado más de setenta artículos, capítulos, y críticas de libros sobre paz, conflictos étnicos y resolución de conflictos. Por ello fue asesor del presidente Ronald Reagan.
Salla ha ocupado puestos académicos en la School of International Service & the Center for Global Peace, en la American University de Washington, DC (1996-2004); en el Department of Political Science, de la Australian National University de Canberra, Australia (1994-96); y en la Elliot School of International Affairs de la George Washington University en Washington, DC (2002). El Dr. Salla obtuvo un doctorado en Gobierno de la University of Queensland de Australia y un máster en Filosofía de la University of Melbourne de Australia. Ha llevado a cabo investigaciones y trabajos de campo sobre los conflictos étnicos en Timor Oriental, Kosovo, Macedonia y Sri Lanka; y ha organizado iniciativas de paz involucrando a los participantes de medio y alto nivel de estos conflictos.
El Dr. Salla fundó el Exopolitics Institute (2005) y el Exopolitics Journal (2006) con la intención de investigar el contacto con extraterrestres desde una perspectiva racional y objetiva.
¿Estaba listo para invitarlo a un contacto programado en Mount Shasta? ¿Para qué? ¿Sólo para saciar la curiosidad de un investigador? Y, por si ello fuera poco, ¿hacerlo en los Estados Unidos, con todo lo que ello significa?
Aunque le insistí a Giorgio que no lo veía posible, le dije que lo pensaría… Y que en todo caso, dependía más de los Guías que de mí…
Y la “respuesta” de los extraterrestres se dio el 15 de junio de 2013…
Ocurrió durante un taller seminario que estaba impartiendo en Asunción de Paraguay. Durante una meditación, Antarel, el gigante extraterrestre que habitualmente está en contacto conmigo, me dijo telepáticamente:
“No dudes: invita a Salla a Mount Shasta, que allí estaremos. Es importante. La coordenada es el sábado 3 de agosto, entre las 9 y 10 pm. Antarel”.
El mensaje fue tan claro y contundente, que supe inmediatamente que la experiencia se daría. No podía creer que estaba a punto de involucrarme en un nuevo avistamiento programado con investigadores.
Sólo en lo que iba del año 2013, ya había tenido tres experiencias de avistamientos programados (Sierra de la Ventana, en Argentina; Atlantes de Tula, en México; y nuevamente en la Argentina, en Talampaya). Pero en todas esas ocasiones se trataba de personas afines al contacto. No había hecho esas convocatorias para periodistas o investigadores. Como dije, me había prometido no hacerlo más…
El mensaje de Paraguay me hizo acordar un detalle que, para mí, es importante.
En agosto de 2012, un día antes de vivir la experiencia de contacto físico con Antarel en Mount Shasta, mi amigo Javier Reynoso de México, me obsequió con un libro de Michael Salla. Reconozco que hasta el mensaje de Paraguay no lo había leído en profundidad…
Entonces percibí el interés genuino de Salla por comprender el contacto extraterrestre. Una sensación que también había tenido cuando nos entrevistamos en Lima por intermedio de Giorgio Piacenza.
Así se fue dando todo.
Entonces le escribí a Giorgio para confirmarle que Salla podría verificar el contacto en Mount Shasta.
Luego, durante una entrevista en la televisión de Chile, que me realizaron el 11 de julio (programa “Mentiras Verdaderas”, La Red) aprovoveché la oportunidad para mencionar el contacto programado que tendríamos con el Dr. Salla en Mount Shasta. Lo hice así para que quedará un registro claro de la invitación.
Arriba: Ricardo González en su participación en el programa de la TV de Chile "Mentiras Verdaderas", en donde anunció el contacto programado con el Dr. Michael Salla en Mount Shasta.
Arriba: el mensaje que Ricardo González compartió en su sitio web de facebook, un día antes del contacto, recordando la fecha y hora de la experiencia programada con los extraterrestres.
El contacto anunciado
En Mount Shasta nos reunimos alrededor de 55 personas. Prácticamente todos los participantes habían estado conmigo en otras experiencias, o formaban parte de grupos de contacto. Ello facilitó mucho la integración y los trabajos previos.
El Dr. Salla y Giorgio Piacenza estaban acampando en Shasta desde el viernes 2 de agosto. Se integraron de forma fantástica con el grupo. Salla fue recibido con mucho cariño. Estuvo todo el tiempo con nosotros. Escudriñaba lo que hacíamos, pero integrándose y con mucho respeto. Finalmente fue extraordinario que haya participado de nuestra preparación previa a un contacto.
Arriba: una de las reuniones del grupo en el bosque de Mount Shasta, 3 de agosto de 2013.
Algunos de nosotros también llegamos a Shasta el viernes. La idea era descansar en la montaña para estar concentrados en los trabajos del sábado.
Ni bien bajé del auto, quise caminar hacia la zona donde había tenido el contacto con Antarel en agosto de 2012. Fátima Silva de Perú, Carlos Federico de México, y mi compañera, Sol, vinieron conmigo.
Al llegar a la zona donde fui llevado a la nave en esa involvidable experiencia, le pregunté mentalmente a los Guías si las condiciones seguían óptimas para la experiencia programada del sábado con el Dr. Salla. Entonces, inmediatamente, apareció una nave en el cielo estrellado, brillando fuerte. Luego Carlos advirtió otro objeto, “estacionado” en el cielo, que llegó a respondernos el intercambio de luces que le hacíamos con una linterna. Lo hicimos en tres ocasiones de forma aleatoria, y en las tres oportunidades el objeto nos respondió “encendiéndose” en una intensa luz plateada…
El sábado reuní al grupo por la mañana y comenté todo esto. Les recordé a cada uno que teníamos que prepararnos para la coordenada marcada por los extraterrestres; es decir, entre las 9 y 10 pm.
Ese día compartimos diversas charlas sobre el contacto y ejercicios de meditación y manejo consciente de energías.
Arriba: horas antes del contacto programado, nuestras cámaras captaron "ovnis invisibles" y manifestaciones de esferas de energía (orbs). Ver abajo.
Cerca de las 9 pm, nos alistamos para el contacto programado. Y le volví a recodar al grupo que estábamos por vivir una experiencia de contacto programado.
Personalmente, tenía una mezcla de sensaciones. Por un lado estaba tranquilo, pues sabía que los Guías no nos fallarían. Pero debo decir que a pesar de esa paz, algo se agitaba dentro de mí. No era miedo de que no ocurriese nada. Era algo que no podía explicar. No era nada malo. Era una sensación grande de responsabilidad…
Alguien me llegó a preguntar qué sucedería si los Guías no se presentaban. Les dije que parte de la experiencia dependía de nosotros, de estar en sintonía, pero que en este caso estábamos ante un avistamiento programado y que muchas cosas se hallaban en juego. Les transmití mi confianza en los hermanos mayores. Y también les dije, que si por alguna razón no sucedía nada, que solo yo era el responsable. Y si el contacto ocurría tal y como estaba previsto, sería un logro de todos.
La noche del 3 de agosto era muy oscura. Estábamos a sólo dos días de la luna nueva. Se podían ver las estrellas con gran claridad. Giorgio, al ver las condiciones de la noche, se lamentó no haber traído su equipo infrarrojo.
Entonces sugerí al grupo meditar en el om sostenido para mantener el balance. El ambiente era mágico. Se sentía que no estábamos solos…
Ya habían transcurrido unos minutos después de las 9 pm cuando Roberto de Brasil advirtió un lejano ovni desplazándose horizontalmente desde la cumbre de Shasta hasta perderse tras los altos pinos. Fue el inicio. Luego aparecieron otros objetos, que por su comportamiento eran caneplas: sondas de monitorero controladas a distancia.
Algunas cruzaron rápidamente sobre la vertical del grupo, haciendo líneas sinuosas y acelerando y desacelarando a su antojo. Incluso, uno de esos objetos interrumpió su trayectoría y se quedó fijo en el cielo unos momentos. Fue imposible captarlo con nuestras cámaras por la oscuridad de la noche y por su posición.
Y luego apareció otro objeto, volando mucho más bajo, a la altura estimada de un avión comercial, y cuando todo el grupo lo observaba, el ovni se encendió con intensidad en una luz hermosa, blanca brillante. Se armó una algarabía tremenda.
En ese momento, sentí a Antarel cerca, y el impulso de recibir una comunicación psicográfica. Le pedí al grupo su apoyo. Salla, perplejo, miraba todo.
Ni bien le pedí al grupo apoyo para recibir el mensaje, detrás de mi ubicación (en dirección noreste) apareció un objeto muy brillante, que parecía estar “estacionado” a muy baja altura, casi en la línea del horizonte. Estaba cerca.... El ovni ?que sentí era una nave tripulada?, se mostró sólo por unos segundos. Pero su intensa luz roja fue suficiente para llamar nuestra atención. El grupo lo vio. Y Salla también.
En ese momento me relajé y me dispuse a recibir el siguente mensaje, mientras el grupo me apoyaba con una meditación:
Mount Shasta, 3 de agosto de 2013
9:55 pm.
Sí, somos nosotros.
Han podido constatar nuestra presencia en este avistamiento programado.
Nos hemos presentado para brindarles nuestro apoyo, para que no pierdan la fuerza en seguir adelante.
El contacto con nosotros es real. Pero más importante es lo que se halla en profundidad, nuestra relación con ustedes.
Tenemos un mensaje para Michael Salla: deseamos que de a conocer nuestras verdaderas intenciones de luz. Es necesario que él comprenda nuestra postura positiva de contacto y nuestro real interés en una experiencia de intercambio con el ser humano.
Le apoyaremos en esa labor.
El contacto ha sido establecido. Verán cambios, y habrá eventos importantes. Estén atentos.
Antarel
Ni bien psicografié el mensaje, solicité una linterna para leerlo al grupo. Y cuando estaba leyendo, apareció el último objeto. Eran exactamente las 10:00 pm…
Un ovni brillante, el más grande que vimos esa noche, volaba muy bajo, y encendía su fuselaje con una intensidad que arrancó lágrimas en algunos, aplausos en otros, y los gritos de Salla y otros presentes clamando: ¡Fílmenlo! ¡Fílmenlo!
Se lograron algunos breves clips de vídeo que muestran la presencia del ovni. Pero la limitación técnica de las cámaras no permitió registralo tal y como nosotros lo vimos. Sin embargo, se aprecia la presencia de ese objeto, y el comentario de los más de 50 testigos que asistieron a este avistamiento programado.
Arriba: otro fotograma del contacto programado, que muestra una esfera de color rojo.
El contacto, se había dado, en el día exacto y hora en que los extraterrestres lo comunicaron.
Quedamos muy contentos. Tuvimos varios avistamientos y algunos de ellos fueron cercanos y contundentes. Fuera de cualquier duda o discusión. Todos vimos lo mismo, coincidiendo en los más mínimos detalles.
Lo que más impresionó a Salla fue la forma como aparecieron los Guías y su interacción con nosotros. Todo ello dejó una atmósfera de júbilo impresionante en el grupo. El papel de Salla ?allí lo terminé de comprender? , sería crucial para introducir, gradualmente, otra visión sobre las experiencias de contacto en la ufología norteamericana, que se ha preocupado más en las conspiraciones, secretos militares, grises y abducciones, llevando muchas veces el contacto extraterrestre a un terreno sombrío y tergiversado.
Curiosamente, Salla vivió todo esto con nosotros a sólo siete días de una importante conferencia en el Joshua Tree Retreat Center de California, que reúne a conocidos investigadores de habla inglesa, como George Noory (Coast to Coast), Steven Greer, Giorgio A. Tsoukalos, David Wilcock, Graham Hancock, Richard Dolan, Travis Walton, Laura Eisenhower, James Gilliland, Roger Leir, Alfred Webre, Paola Harris y, desde luego, al propio Michael Salla.
Estoy seguro que los Guías habían “calculado” todo esto…
Por qué un avistamiento programado
A lo largo de los años he comprendido que la evidencia más contundente del contacto es el testimonio. Desde luego, las fotografías son importantísimas y necesarias. Pero el testimonio enriquece más. J.J. Benítez lo sabe muy bien. El investigador español no logró imagen alguna de su experiencia en Chilca en 1974 . Pero su relato, los detalles, y el cambio que produjo en él semejante avistamiento, fue suficiente para despertar conciencias.
Guardando las distancias, pienso que Salla fue testigo de nuestro contacto no tanto para corroborar que nuestra experiencia es real, sino para enriquecer su investigación y punto de vista sobre el contacto con extraterrestres amigables. Es uno de los pocos estudiosos que se está inclinando hacia esa postura, a diferencia de lo que impera en la ufología norteamericana.
Está claro que los Guías extraterrestres están tratando de “acelerar” las condiciones de concientización para un futuro contacto oficial con la humanidad.
Tal vez, el contacto programado con un testigo de la credibilidad de Salla sea sólo el inicio de un cambio de visión sobre el contacto con extraterrestres en la comunidad ufológica. Sé que suena díficil y lejano. Pero, como fuese, seguiremos trabajando en ello.
Los Guías extraterrestres cumplieron con exactitud y sin demora lo que prometieron. Y su presencia fue clarísima. Como ya dije, esta experiencia no tenía como objetivo principal demostrar la autenticidad de nuestro contacto, sino afectar a Salla. Y los extraterrestres sabrán por qué…
Mientras escribo estas líneas, Salla se prepara para dar su testimonio en el Congreso UFO, y en publicar su reporte en su sitio de internet.
Gracias a todos por vuestro apoyo.
No estamos solos…
Arriba: Ricardo González y el Dr. Michael Salla en Mount Shasta. Curiosamente, en torno a ellos se ven pequeños orbs. Las otras imágenes salieron límpias, descartando partículas o polvo.
LINK de vídeo con la entrevista en Chile que anunció el contacto y un resumen de lo que ocurrió en Shasta: http://www.youtube.com/watch?v=BEVlW3GoDhA